martes, 26 de diciembre de 2023

Pareja necesito

 Me doy cuenta que mi necesidad de que mis hijis me den más bola se debe a que elles son el centro de mi vida y eso está mal. La maternidad no es recíproca, por más que yo la teorice. Esa atención permanente, ese "lo más importante en mi vida" se llama PAREJA. Y yo nunca la tuve. Aunque conozco el deseo, aunque hice el intento y amé todo lo que pude de mi parte. Debería trabajar en conseguirla alguna vez... Qué pereza!

Estoy muy bien

 Un dolorcito no más tengo, porque cuesta hacerse cargo de la felicidad plena y porque vamos andando hacia ella, un dolorcito pequeño e injustificado que ya he hablado en terapia y repito acá para que se vaya: Extraño mucho a mis tres hijes, la bola que me dan (que es bastante y mejora cada vez y hasta Rafa me comprende) siempre me resulta poca, siempre me hace sentir celosa de sus amistades, sus propias familias que no me incluyen o hasta su estar soles y no contarme qué hacen. Es tan dolorosa que esto siga doliendo, a mi edad, a sua edades, después de haber ya atravesado adolescencias... Pero sigo necesitando su amor, aunque sonría y no diga nada, o diga poco.

domingo, 3 de diciembre de 2023

Sencillamente

 Me pasa algo muy simple, comprensible y fácilmente explicable: extraño estar enamorada, extraño a mis tres hijes ninies abrazades a mí, extraño ser el centro de mi familia. No puedo ni quiero volver a eso. Cómo consolarme entonces? Abrazarme a la gata, al perro, al malvón, a la almohada. No es triste. Me hace feliz saber que mi gente está bien lejos mío. Qué haríamos si estuviésemos juntes? Elegiríamos una peli tal vez o tomaríamos mate. Lo hago sola y elles están conmigo.

sábado, 2 de diciembre de 2023

Táctica y estrategia

 Quisiera ser misteriosa, calculadora, planear desaparecer de las vidas de quienes extraño para que sean elles quiénes me busquen. Dejar de estar siempre disponible, siempre en oferta, amarretearme, esconderme para no ser dañada, recibir sin devolver.

Varias veces pensé en lo de la pelota en la cancha ajena, en lo de no le debo nada a nadie, en váyanse todes a cagar. Pero me cuesta...

viernes, 1 de diciembre de 2023

Tener secretos

 Es otro buen plan que se me acaba de ocurrir. ¿Qué manía es esa de ser transparente, franca, de contarlo todo y todo exponerlo? Me voy a guardar.

Plan siniestro

 Quisiera callarme, dejar de publicar en todos lados, de emitir emoción y pensamientos publicamente. Para ver qué pasa, quién me extraña, quién emite hacia mí si yo no estoy pidiendo y reclamando. Mijita dice que soy "la pesada". Quisiera practicar liviandad.

Lo que quiero

 Empiezo esta entrada y ya me sale burlarme de mí misma: "No sé lo que quiero pero lo quiero ya". Mentira, mentira, mentira, discurso ajeno, etiqueta sobre mí misma. Sí sé lo que quiero y vengo enconrtándolo toda mi vida.

Me preguntaba por qué no estoy teniendo ganas de ir a mis clases de flamenco bailaora ni a ver tablaos en CABA. Me estaba culpando a mí misma de perezosa, de ingrata con mis profes y cumpas. Recordaba con qué ganas atravesaba trenes y bondis para llegar a Puán y no me importaba el tiempo de ida ni de vuelta. Y bueno, será que ahora no me vale la pena. Y si no tengo ganas, no las tengo. Y qué. ¿Es obligatorio?

Dejarme en paz a mí misma hasta que surjan las ganas de nuevo. U otras.

Escucharme

 En terapia, cositas re sencillas, de las buenas, de las que marcan un antes y un después: Paula mi terapeuta, le dice a Paula su paciente: "No te escuchás". Y mi primera reacción es violenta y defensiva: Sí, estoy todo el día conmigo misma, escuchándome, confundiéndome, acusándome, midiéndome, juzgándome... Ahhhhhhh, ya entendí.

Desde ayer estoy persiguiendo mi voz del deseo. Haciéndole espacio entre las otras: "Radio papá", "tengo que", "debería", "siempre me gustó que", "está bueno que", etc etc.

Es rara, mi voz, es clara ni paciente, la conozco, de a ratos la he escuchado toda mi vida, pero la he confundido o mezclado o dudado de ella. O he dicho que me aburre o que me fastidia. Esa era el personaje, la irónica, la graciosa, la que se defiende. Ahora persigo a la yo que reúne y ordena a todas las otras, la que encontré en Memorandum de Benedetti recortado en la heladera y el otro día moqueando en una feria artesanal. (No voy a hacer lista de momentos porque otra vez la tapo con discurso explicativo). Es divertido y dulce buscarla, hacerle caso.

viernes, 22 de septiembre de 2023

Y qué?

 Y si no tengo ganas de salir de mi casa, qué? Si quiero estar todo el día acá como si flotara? Festejando cada objeto, cada color, cada papel, cada plantita que conseguí? Si esto es todo lo que quise y lo tengo y no quiero ir ni ver ni conocer nada ni nadie más?

Me tranquiliza pensar que puedo estar acá todo el tiempo. Soy una puta escritora y necesito enconcharme para escribir. No necesito sociabilizar, voy a terminar de leer La novela luminosa del enconchado Mario Levrero y duermo abrazada a un conejito de trapo.

¿Qué te falta en este instante para ser plenamente feliz?

 Solamente la seguridad de que Rafael no va a sacar a los perros a la calle.

Siento como si mi hijo pudiera abrir una herida por dónde me entrara el peligro. Melodramático lo mío, pero tema su "abrir", su "soltar", su "liberar" hacia los peligros. Se me pasa en los momentos en que logro confiar y no creerme escudo inevitable.

Achicar la cuerpa o confiar en su tentacularidad?

 Leyendo "Axotolt" recién en uno de mis talleres, me avivé que me asusta, me angustia, me hace sentir como nena chiquita que necesita ser calmada y protegida, el hecho de sentirme "yo" como cuerpa amplia que incluye casa, plantas, hasta hijes de vez en cuando, perris, gatis, etc. Me da miedo que mi "yo" no pueda cuidar, proteger, hasta "controlar", todo esto.

Así explico mi necesidad de cerrar las puertas con llave, tener a mis bichis pegades a las patas, estar yendo y viniendo del fondo a la cocina tocando, mirando, vigilando pero no como carcelera sino como abeja que protege. Me confunde lo de "dominar" y "controlar", ya lo hablaré en terapia. 

Podría dejarme de joder y pensar en mi cuerpa individual y humana y nada más, o canalizar lo múltiple como poder, como suma, como valentía y fuerza, en vez de como debilidad y riesgo.


jueves, 21 de septiembre de 2023

Placebo

 Dicen que lo son las Flores de Bach. Dicen que una se cura a sí misma pensando en que se cura por efecto de algo exterior o de la atención misma del médico. Muy confuso. No quiero razonar más.

¿Y si realmente no quisiera ir a ninguna parte?

 No salir, tener miedo de que pase algo en casa cuando vuelvo, enconcharme, pasarme el día con mis plantas y mis bichos, leyendo, tejiendo, escribiendo, me parecían síntoma de depre o de angustia o de cagazo. Pero ¿si realmente no quiero ocuparme de nada ni de nadie que no sea yo misma y mi literatura y mi música y mis cuerpas simbióticas? ¿Si estuve toda la vida ocupándome de les demás y ahora quiero darme permiso para vivir yo, yo, yo, sola?

lunes, 18 de septiembre de 2023

Me hago cargo

 Qué palazo leer lo que corresponde a cada una de las cuatro flores que me acaban de recetar.

Ayer había investigado un poco en la red y solamente una de estas me pareció para mí y ni siquiera de las más centrales que creí necesitar. Las otras tres son un baldazo de agua fría. Yo no me veo así pero quizás sí. Reconozco cosas que digo de mí misma pero diagnosticada de una modo que nunca pensé. Acepto y mañana empiezo tomas.

Mi fórmula

 

Wild oat: la flor de Bach del camino




Wild oat: la flor de Bach del camino

Día 31 de diciembre, suena el despertador, empieza un día muy especial, un día para reflexionar sobre uno mismo, hacer una revisión del año y proyectar el siguiente. Uno piensa en cómo está, cómo se siente y que tiene. Y se proyecta en qué necesita, qué quiere cambiar, cómo quiere estar, qué quiere tener, dónde quiere ir… Toda una serie de objetivos que uno espera conseguir durante el año que está a punto de empezar. Por ello, a las doce de la noche, hará el siguiente ritual: apuntarse los propósitos en un papelito y quemarlos para que se cumplan.

Algunos ejemplos clásicos de propósitos son “quiero ser feliz”, “quiero trabajar en algo que me motive”, “quiero no estar irascible con mi hijo y estar más tranquila”, “quiero adelgazarme”, “quiero que mi hobby sea mi profesión” y un gran etcétera. Estos propósitos son muy bonitos, pero empieza enero y a veces sucede que estos propósitos se convierten en sueños incumplibles y la energía y motivación para hacerlos disminuyen y nace la sensación de frustración e insatisfacción.

Este problema surge cuando uno tiene claro qué es lo que quiere conseguir pero lo que no tiene claro es cómo conseguirlo, no sabe qué camino tiene que escoger para llegar a ello. Si te sientes así, hay una flor de Bach ideal para aclararte y saber qué camino tienes que coger. Tomando la flor te ayuda a centrarte en ti, conectar con tus deseos y clarificar cuál es el camino que tienes que escoger para conseguirlos.

Esta flor de Bach es Wild oat, bromus ramosis en latín y avena silvestre en castellano. Es una flor blanca que se encuentra en los bosques de las colinas de las montañas. Wild Oat se recomienda para personas que no encuentran su camino o personas insatisfechas por no haberlo encontrado, puede ser en el trabajo, el las relaciones o en su vida personal. Tienen ambiciones que no se cumplen. No llevan a cabo sus propósitos porque se dispersan, les atraen diferentes opciones y no consiguen determinar cuál es la preferente. Por ello, pueden ir cambiando constantemente por aquello que les resulte más interesante o nuevo, pero sintiendo dificultades por comprometerse material o afectivamente.

También se recomienda a personas que ambicionan hacer algo importante en la vida, que quieren adquirir mucha experiencia y gozar todo lo que les sea posible, viviendo plenamente. Su dificultad consiste en determinar qué ocupación han de seguir, pues si bien sus ambiciones son fuertes, no tienen una vocación que les atraiga por encima de las demás. Esto les puede causar demora e insatisfacción.

Al estar mucho tiempo en este estado, la persona puede llegar a sentirse deprimida por su incapacidad de tomar una dirección. Llega un punto que teme equivocarse en la elección del camino, pensando que quizás están dejando de escoger el que más satisfacción les produciría.

Ejemplos de momentos vitales que es recomendable tomar Wild Oat:

  • Persona adulta que sigue empeñada en juergas o locuras juveniles.
  • Estudiante que tiene dificultades en escoger qué carrera estudiar.
  • Persona de mediana edad con problemas de desempleo tardío.
  • Niño que cambia frecuentemente de amistades.
  • Persona que se siente insatisfecha del desarrollo que está haciendo en el campo de su actividad y desea hacer un cambio.

Una frase típica es: “Acabo de terminar los estudios pero no tengo la mínima idea sobre lo que quiero hacer en mi vida”.

Cuando tomas Wild Oat te ayuda a mostrar tu camino. Te da la posibilidad de desarrollar tu potencial dentro de tu verdadera vocación. Te ayuda a tener un propósito en la vida. La flor te orienta y te define. Esto hace que te invada un sentimiento de felicidad y tranquilidad, ya que devuelve la satisfacción en la vida. Si te has sentido identificada en algún momento del artículo, te aconsejo que pruebes con esta flor de Bach.





Impatiens: la flor de la impaciencia

La impaciencia ha sido de Laura, su compañera inseparable. Laura se levanta la primera para no tener que esperar su turno en el baño, así puede en 20 min salir de casa, ir a su ritmo, antes de que nadie se levante. Tiene una moto para ir al trabajo, prefiere no tener que esperar el metro, ya que odia si va con retraso, si hay cola para marcar el ticket o si tiene que ir detrás de alguien que camina más lenta que ella. Con la moto, puede ir a su ritmo y pasar entre los coches si hay cola.En el trabajo, están muy contenta con ella porque es muy eficiente y rápida. Cada vez ha cogido más responsabilidad y así ha conseguido trabajar sola y a su ritmo, se encarga de muchas cosas, y prefiere hacerlo ella antes de explicárselo a otra persona (esto le está pasando factura, porque está muy estresada pero no sabe, ni puede delegar). Le gusta mucho su trabajo, menos las reuniones de jueves con todo el equipo. No entiende porque pierden el tiempo de esa manera y porque a todo el equipo les gusta tanto hablar e intenta no acabar las frases de sus compañeros porque sabe que les molesta. ¿Te identificas con esta situación? ¿Sientes que todo el mundo es muy lento? ¿Te gusta trabajar o hacer las cosas solo, porque el ritmo del otro te tensiona y te pone nervioso? Si es así, te aconsejo que pruebes la flor de Bach: Impatiens. Esta flor te ayudará a sentirte más tolerante con el ritmo del otro. Te sentirás sereno y tranquilo. Impatiens, Impatiens glandulifera en latín y Impaciencia en castellano. Es una planta que se encuentra espontáneamente al borde de los cursos de agua y en lugares sombríos y húmedos. La floración es entre julio y setiembre y su flor es de un intenso color rosa o violeta pálido. Impatiens es para los que son rápidos en su pensamiento y en la acción, y quieren que todo se haga sin vacilación ni demoraCaptan enseguida cualquier información y no soportan tener que esperar a nadie. Les resulta muy difícil tener paciencia con las personas lentas. Intentan por todos los medios que los lentos se vuelvan más rápidos. Frecuentemente prefieren trabajar y pensar solos, para poder hacer todo a su propio ritmo.Cuando están enfermos se ponen ansiosos por recuperarse pronto. No soportan colas, ni atascos. Ni soportan que le toquen. Carecen de diplomacia y se precipitan, por no poder esperar. Son tan impacientes y nerviosos, que se irritan e irritan a los demás. Hablan, trabajan y se mueven rápidamente. No soportan todo lo que les frena. Están solos porque lo prefieren o por el pronto que tienen. Son personas que te acaban la frase al hablar por impaciencia. Son personas que toman decisiones rápidamente. Acaban el trabajo muy rápido. Son muy competentes y eficacesPero también son poco comprensivos con las debilidades ajenas, en cuanto a lentitud. Apartan a las personas de su lado con impaciencia, que son más lentas que ella. No son rencoroso. Son seguras de sí mismas. Tienen deseo de independencia porque nadie les puede seguir. Si hay algo que hacer no pierde el tiempo y lo solucionan rápidamente. Son personas rápidas en todos los aspectos. 
Una frase típica de un estado Impatiens es: “Que lentitud en explicar la película, ya la explicaré yo”.

Si por circunstancias de la vida estás en este estado, te animo a probar esta flor de Bach. Te ayudará a relajarte física y psíquicamenteLa rapidez adquiere sentido si es eficaz  Te dará paciencia, calma, delicadeza, dulzura, compasión, comprensión hacia los demás y perdón.


Cherry plum: la flor del control

Isaac es una persona que sabe como estar en diferentes ambientes, siempre ha sido muy educado y cuidadoso, vigilando lo que dice y hace para que nadie se enfade, por temor a que no guste su reacción. Pero estas navidades no ha podido más y ha explotado. Desde siempre, su familia han tenido problemas de relaciones entre ellos y desde que murió la abuela, que es la que mantenía la armonía y la calma,- aunque ficticia, pero servía para no pelearse -, ha ido de mal en peor. En noche buena, hubo una gran pelea, hasta los cuñados (los maridos de sus hermanas) llegaron a las manos. Isaac ya no pudo aguantar más y explotó, dijo todo lo que pensaba y se fue. Desde ese día, no puede parar de pensar en ese momento de descontrol y tiene mucho miedo que vuelva a pasar. No entiende cómo pudo descontrolarse y piensa que siempre le pasará lo mismo. 

 

¿Te identificas con esta situación? ¿ Sientes que ya no puedes más? ¿Sientes que estás a punto de perder el control? Si es así, te aconsejo que pruebes la flor de Bach: Cherry Plum. Esta flor te ayudará a controlar las emociones y hacer frente a la situación. Te sentirás sereno y tranquilo. Cherry plum, Prunus cerasifera en latín y Ceracifera en castellano. Es una esencia floral extraída de un arbusto grande, o pequeño árbol de hasta 6-15 m de altura, con hojas de 4-6 cm de largo. Es uno de los primeros árboles europeos en florecer en primavera y sus flores son blancas. 

Cherry Plum es para personas que tienen miedo a perder el control de sí mismo, a que su mente se deje llevar ante situaciones que la estresen y no pueda controlarse. Tienen temor a adoptar salidas radicales y violentas, a hacer algo terrible en contra de su voluntad. Por ejemplo, miedo a perder el control de las emociones, a perder el control conduciendo, a ser agresivo o a decir lo que uno piensa sin tener en cuenta los sentimientos del otro. 

Este remedio es útil para personas con miedo al descontrol mental, a que les abandone la razón y sólo se guíen por impulsos. Pueden llegar a pensar que harán cosas terribles y horribles, indeseables y perjudiciales. Aunque se traten sólo de ideas compulsivas, sin llegar a realizar los actos. 

Hablamos de una flor que ayuda en todos los actos de descontrol, para  impulsos incontrolados. Por ejemplo, ayuda a dejar de fumar, a controlar la alimentación, los esfínteres (enuresis), la presión arterial, a abandonar la bebida, las drogas o el chocolate. 

Se da tanto a personas que aún no han perdido el control y tienen miedo a perderlo como cuando ya se ha perdido el control. A veces puede pasar que cuando se pierde el control, no se es consciente de lo que cada uno hace y después se pregunta: ¿yo he hecho esto? Es interesante tomar la flor de Bach en estos casos. 

Una frase típica de un estado Cherry Plum es: “Tengo mucho miedo de no poder mantener el control y lastimar a alguien”.

 

Si por circunstancias de la vida estás en este estado, te animo a probar esta flor de Bach. Te ayudará a controlar las emociones y a enfrentarte a todas las situaciones. Da corajeserenidad y tranquilidadAyuda a ser espontáneo, a estar abierto, a decir las cosas precisas, a encarar sus procesos con calma y control.



Heather

…es para las personas centradas en si mismas.

El Dr. Bach decía que son personas que se ‘enganchan’ a la gente para poder hablar exhaustiva – y largamente sobre todo aquello que les aqueja sea importante o no. Esta es la causa por la cual la gente empieza a evadirlos activamente hasta que finalmente se quedan solos como ellos temían.

La flor ayuda a la gente en el estado Heather a apreciar sus propios problemas dentro del contexto de los demás. Habiendo sufrido ellos mismos de la necesidad de hablar se convertirán en buenos oyentes y apoyo para otros y poder así compartir sus preocupaciones de forma efectiva, en lugar de descargar sus problemas con cualquier persona que encuentren.

Gracias a esto la gente buscará su comprensión en lugar de evadirlos por su egocentrismo.

La descripción del Dr. Bach

Aquellos que siempre están buscando la compañía de cualquiera que pueda estar disponible, ya que les resulta necesario hablar de sus propios asuntos con los demás, sin importar quien sea. Son muy infelices si tienen que estar solos por un tiempo.

– Los Doce Curadores y Otros Remedios

Hoy con mi terapista floral

 Tenés que tenerte paciencia. El cerebro se acostumbra a un tipo de comportamiento, es una memoria neuronal que no se deshace de un día para otro (ni en un año si viviste así 30), hasta que el cerebro empieza a aceptar otros patrones. Hay que trabajarlo bien conductista, crearse otra rutina. 

Te sentís todo el tiempo en alerta, lista para correr a reparar, al salvataje, acostumbrada a solucionar la emergencia. Y cuando ya no hay alerta el cerebro no sabe cómo actuar.

Ya tengo, con lo que me contás hasta acá, las flores para la primera preparación. Te voy a poner algo homeopático también. Sería bueno que registres por escrito, una línea no más, día por día los cambios y efectos. Te puede dar sueño, o sensación de cansancio porque te relaja. Dentro de un mes volvemos a hablar.

miércoles, 13 de septiembre de 2023

Hoy en terapia

 "Dijiste que tu mamá era una forra" (Qué alivio decirlo)

"Esa escena que traés con tu mamá cuando vos quedaste embarazada es bastante inquietante" (Yo pensaba en sinestra)

"Eso que decís que tu mamá te odiaba puede ser fuente de angustia, no?"

"Parece que te acostumbraste a que el miedo no te detiene, en vez de eliminarlo, convivís con el miedo, persiste, lo ignorás".

"¿Por qué super niña? ¿Por qué niña?"

"Jubilarse no es moco de pavo"

"¿Y vos qué quisieras? ¿Cómo quisieras sentirte? ¿Qué esperás de una terapia?"

"¿Y no sería también fuente de tranquilidad saber que no sos imprescindible?"

"Parece que reclamás ser calmada, les nenes chiquites son los que tienen que ser calamades"

martes, 12 de septiembre de 2023

Lo escribo para que me resulte ridículo

 Rafael bañándose lo más pancho en mi baño, antes estuvo dos horas cagando en el suyo, ¿y qué sentido tiene que yo esté pendiente de lo que hacen él o los perros? ¿Me gusta sufrir por alguien? ¿No soporto ser el centro de mi propia vida?


Pienso ahora, ya ¿qué me tranquilizaría?

 Y la respuesta es tan idiota: que Rafael me diga me voy a la facu y los perros se quedaran ahí en el patio. O me dijera: Mami, quedate tranquila que hoy no los saco a la calle. ¿Por qué necesito cuidar tan posesivamente? ¿Por qué salir es sinónimo de morir? ¿Existe la ágora fobia diferecida? ¿Somatizar en cuerpo de perritos que solamente van a saludar a les vecines y se traen un huesito de enfrente?

Tengo tanto miedo

  Lo usa Simone de Beauvoir en sus memorias: "Hoy trabajé mucho", "Estaba trabajando en mi novela", etc.

Quisiera levantarme por las mañana y realizar todas las hermosas tareas de alimentación, limpieza y cuidado pensando en el momento de sentarme acá frente a la pantallita y escribir. Todo: blogas, correo, monografías, artículos académicos, novela a corregir y enviar, cuentos nuevos, poemas en papel para pasar en limpio. Tengo tanto que hacer y no le doy tiempo ni importancia...

Me siento perdida, triste, angustiada, llena de miedos imposibles de resolver. No entiendo por qué estuve toda mi vida tratando de llegar acá, a ahora, y no estoy saltando en una pata. Mañana empiezo terapia con Paula Jimenez España, porque mi peor miedo es desperdiciar mi vida, volverme una vieja quejosa que tiene miedo de morirse pero no hace lo quequiere hacer antes de morirse.

viernes, 18 de agosto de 2023

Bitácora desquiciada

 Sé que estoy fuera de eje, ahogándome en un dedal, asustándome ydesviando el miedo, pero vengo acá a fijar en letra lo que está bien y no quiero que se me olvide:

Ayer envié a concurso de mi obra de teatro después de revisarla, amasarla y disfrutar su lectura.

Ayer leí bases de concurso para novela cuyos jurades y premiades anteriores admiro y arranqué revisión de la mía de la Tía Inés. Me sorprendieron gratamente mis dos propios primeros capítulos.

Esta mañana me levanté con ideas oníricas en la cabeza para mi tercer novela en camino: la de Anahí. Ya anoté esas ideas en cuaderno a mi derecha rumbo al drive correspondiente.

(No puede ser que el miedo a lo que los perros y mis vecines hagan en la vereda me opaque todo esto)

martes, 11 de julio de 2023

Gracias a la vida

 Después de unos días de mucho cagazo a morirme, a que se muera alguien, pensando en mi amiga Moni que se murió ya hace un mes en medio de los mejores proyectos de su vida, he logrado ver la vida que buye alrededor mío y en mí y no andar como si tuviéramos, todes, que esquivar a la parca de casualidad. Horrible. Lo escribo y parece que no tuviera sentido pero el pánico es super real. Y la lucha también.

lunes, 19 de junio de 2023

Amor sin rendir cuentas

 El día del padre me sacude. Como todos los días que incluyen repensar, recontar, revaluar quién está, quién me quiere, con quién quiero estar. Igual me pega menos que el día de la madre.

Ayer lo pasé bien. Con gente que quiero y otra que me banco porque bueno... Pero me quedó un gusto a que nadie me quiere como yo les quiero. Y ahora, viendo una foto de una amiga del brazo de su padre anciano, se me ocurre que nunca tuve un amor, ni padre, ni madre, ni pareja, ni hijis, ante quien no me sintiera evaluada, juzgada, medida, observada. Alguien que me quiera un montón sin criticarme ni opinar sobre mis cosas ni exigirme nada. Es cansador.

martes, 6 de junio de 2023

Siento una emoción intensa y sin nombre

 ¿Explicarme a mí misma es un defecto o una virtud? ¿Escribir mi propio manual de instrucciones? ¿Estar todo el tiempo tomándome la temperatura, observándome, registrándome?

¿Desasosiego o enamoramiento? Así de incomprensible para mí misma...

jueves, 4 de mayo de 2023

Libertad sin cuidados

 Nunca renegaré de mis dotes maternales, jardineriles, amiguera, compañera de bichos, protectora de espacios y decoradora, embellecedora de casita. Pero ¿cómo evitar el lugar dependiente y esclavizante de estar siempre cuidando algo que pareciera en peligro? ¿No se puede cuidar sin temor? 

Cuando siento, de a ratitos, la alegría del logro, del premio, del reconocimiento como un vientito libertario, es maravilloso. ¿Cómo mantenerse en la libertad y el dar sin asustarse de lo que "podría pasar"?

lunes, 1 de mayo de 2023

Mi problema es

Darle el poder a otres. Quiero creer que me importa la opinión y el reconocimiento de las gente que quiero (estoy hablando muy estrictamente de mis hijes) pero caigo en esperar que su mirada, su atención, su agradecimiento, sus ganas de compartir conmigo, le den entidad a cada uno de mis días. No, queridites, quiero ser el centro de mí misma y no andar buscando un cariño compensatorio, de "pobrecita": mis hijes me quieren porque soy la mejor madre del mundo. Y punto final. Cómo y cuánto lo demuestren es otra cosa. Y yo mismita tengo mucho que hacer antes que estar angustiándome por cómo me tratan o la mucha o poca bola que me den.

El amor NO es una debilidad

 Pienso que la conducta que se me repite y no quiero es la que considerar que me pueden dominar o violentar porque tengo como "lado débil" que los quiero o que quiero a otres que dependen de ellos y pueden lastimarlos (Qué horror: hijes o perros). Pero no es verdad, no pueden. Mis hijes sobrevivieron y mis perros también y ni yo soy la encargada de sacrifircarme ni mi sacrificio es cuestión de vida o muerte para les seres a cargo. Mierda de manipulación. Mi hijo NO puede caer en esa, sé que es inteligente y se va a dar cuenta porque ni en pedo se la explico yo. Conclusión para mí, aprendizaje para mí, para que la fórmula no funcione.

Mi derecho a tener un par de días malos

 Me reprocho no estar "aprovechando" mi día por enroscarme con violencias ajenas. Y bueno. También me puede pasar: dormí todo el día, leí, ayer me vi los 8 capítulos de Pito Fáez, tejí. Manía mía de autoproducción y autoperfeccción.

Me consuelo con que mañana empiezan a construir al lado y pasado mañana me vienen a conectar la bomba nueva y perforación e instalación eléctrica y eso también me pone nerviosa y la casa todavía es muy reciente y la tengo muy somatizada y tengo derecho a estar hecha una mierda.

Ni siquiera debería escribir

 ¿Tendré que volver a terapia? NOOOOOO, la concha de su madre, que vaya a terapia él.

Escribo acá para desahogarme, para no cargar a sus hermanes con mi angustia, pero me hace acordar a cuando llevaba un diario con todas las angustias que pasaba por Gustavo y el HDY lo leyó afanado una vez y sólo vio al tipo que me había cogido cuando nos separamos y estuvo con eso 20 años. ¡Qué odio me da!!!!!!!!!

No sé qué hacer cuando lo que tengo que hacer es no hacer nada

 Convivir con mi hijo menor siempre fue difícil: desde chiquito era muy inteligente, muy calculador, muy exigente; de adolescente fue el único que me hizo sufrir con sus desagradecimientos y rebeldía, echándome en cara hasta el mismo sistema capitalista como si yo fuese la representante en la Tierra de todos los males del mundo. De adulto siguió hablando demasiado, teorizando en vez de empatizar, sin demostrar ni cariño ni respeto, con arranques de violencia que me asustan.

Ahora hace rato que estábamos mejor. La mudanza la hicimos bien y compartiendo, hablando más cotidianamente y sin esos filos de debate o lucha verbal, sin que él evaluara todo el tiempo mi tono de voz y mis dichos hasta hacerme sentir siempre culpable y, encima, reprocharme que me hago la víctima. Nueve meses hace que nos mudamos y parecía que estaba contento, con la facultad y su trabajo y otras actividades, varias veces logró decirme que no es contra mí su bronca, que se la agarra conmigo porque estoy siempre. Y yo lo sé, lo entiendo, pero no puedo evitar asustarme y sufrir. 

Antes de ayer pasó de nuevo. Por los perros y él que quiere experimentar pelotudeces como que se hagan amigos del pilbur de al lado y se trenzaron Simón y el pilbur y está todo el terreno de al lado abierto porque empezaron a construir y yo le dije que cierre la puerta del jardín para que se queden de este lado hasta que levanten el cerco y el muro y que es peligroso porque hay electricidad y motor nuevo y tierra removida y todo. Pero él que no, que yo soy una hincha pelotas y que soy una careta y que quiero quedar bien con todos los vecinos "menos con él". Se calentó porque le grité que llamara a Simón que se estaba trenzando con el otro perro en el cerco y al final terminaron metidos en un pozo y tres vecinos tirándoles agua y un desastre.

Todo ayer no nos hablamos y yo con tremenda angustia y con los perros metidos debajo de la pollera para tranquilizarnos. Siento que Rafael me exige una paz, unas decisiones iguales a las suyas y que compite conmigo todo lo que decido. También me doy cuenta de que es una boludez, que se ve que no tenemos problemas porque hacemos un mundo de dos perros embarrados (si los vieran a los tres atrevidos acá sentaditos a mis pies). Pero Rafael no acepta que yo sea "tierna" y necesite tener a les perris (a falta de hijes) haciéndome cariño y no a lo loco por la calle o los aledaños.

La novedad es que me di cuenta que este "hijo de puta" crea toda una escena de violencia hasta hacerme sentir como su papá cuando estábamos casados: termino teníendole miedo a la persona que quiero y debería quererme o dice quererme. Manga de matoncitos de teta, machirulos del orto hereditarios, me hacen revisar mi modo de pensar y de sentir como si yo fuera culpable de todo y saben que soy melodramática y que me están amargando la vida y con eso se sienten poderosos e importantes. Por eso el título de este post: quiero cortar con esa manipulación: me cuesta pero ni siqueira quiero hablarlo con él. Ayer me daban ganas de decirle que venga a ver la serie de Pito Faez conmigo: ¿para qué? ¿para que me diga que no y así yo sentirme peor y él más importante? ¿Mi rol de madre es alimentar ese ego del orto o enseñarle que así no funciona? Y esta mañana hasta pensé en decirle si me acompañaba a comer locro a lo de mis consuegros, ¿para qué? ¿para premiarlo por su buena onda? ¿para borrar el conflicto como tantos años creí que se borraría porque "el amor es más fuerte"? Nononono, tiene que pedir perdón, hacerse cargo de sus errores y si no, perder a su madre comunicativa y cariñosa y conseguir una madre odiosa y vengativa, que sin madre no se va a quedar.

domingo, 23 de abril de 2023

La madre que siempre necesité

 Pienso en que a mi mamá, la real, le hubiera gustado ver hoy mi casa, mis hijis grandes, mi jardín, mi perforación con bomba sumergible y ayudarme a planear mi quincho, mi parrilla, mi pileta. Que estaría contenta con el destino que le di a mi parte de su herencia y que se sentaría conmigo por las tardes a tomar mate.

Después pienso que mi madre, la real, no esta que deseo, tal vez sería hoy, a sus 79 años, una vieja chota y criticona que, como toda mi vida, preferiría las opciones de vida de mis hermanes y se la pasaría repitiéndome lo boluda que soy, los pájaros que tengo en la cabeza, el tiempo que desperdicio en bailar flamenco, tocar la guitarrita, leer libritos... ¡Escribirlos!!! ¿Publicarlos!!!

Pero ¿a ella no le gustaba también la literatura, la docencia, el arte, la huerta, la casa verde con pileta, la manada de críes? ¿Le gustaba? No sé. Extraño a esa madre vieja que estaría hoy con esta hija vieja igual que, cuando ambas éramos jóvenes y ella vivía extrañaba el consejo, la compañía, la alegría de verme feliz a pesar de los kilombos.

Pedir tres deseos (o solo uno)

 ¿Qué estás dseando, Paulita, en este preciso momento? ¿Qué te falta? ¿Qué necesitás? ¿Qué te haría muy feliz y lograría que te dejes de joder si legara en este preciso instante? 

Así me corro a mí misma con la vaina, o con la chancleta. Me sorprendo mucho a mí misma. Me tranquilizo cuando es algo fácil y que seguro está llegando (el mensajito de mijito, la tarde con les tres o la nieta, la noche para cerrar las puertas y meterse a la cama), me hago reir a mí misma cuando es algo ridículo, imposible o que, si viniera, no me gustaría nada (Como en la peli Al diablo con el diablo, desear es fácil, recibir el deseo cumplido, no tanto).

jueves, 23 de marzo de 2023

Cosas que me tranquilizan (las anoto para creerme lo sencillas que son)

 Bloguear. Haberle hecho sacar el automático al motor y prenderlo manualmente. Ver a mis tres perros dormir cerca mío. Ver que anochece y que sale el sol. Regar mis plantas, transplantar mis plantas, hacer gajitos, sacarles fotos. Recibir un mensajito de Julián o de Magda. Que Rafael me cuente algo que hizo. Llenar la panza de aire. Dar y recibir talleres. Cortarme las uñas de las manos y asumirme guitarrista. Sonreirme en el espejo.

jueves, 16 de marzo de 2023

Tan fácil como juntar soretes

 Salgo al fondo. Los identifico. Agarro pala y rastrillo. Los junto. Los tiro detrás de enredaderas o árboles en crecimiento junto al muro medianero. Muy bien. Todo está muy bien.

La tentación de mantener la función maternal en prioridad

 Entiendo cómo encausa la vida, cómo da sentido y motivos para quejarse: estar todo el tiempo pendiente de lo que necesitan les hijes y les nietes, sus aciertos y errores, sus atenciones y sus desprecios, el tiempo y el amor que nos dan o nos quitan. Lo entiendo. Sería tan sencillo ser madre pura y no tener ninguna otra "puta inquietud" (en términos de mis viejes). Total: mis hijes son maravilloses y ya no tengo que hacer nada por elles obligadamente (ah, no, así no funciona: tendría que inventarme cosas de qué quejarme, en las que ayudarles y perseguirles y así sentirme útil y necesaria)

domingo, 26 de febrero de 2023

Ya no me preocupa

 Vengo tratando de registrar como se diluyen mis preocupaciones. Lo que más me preocupaba era estar tan preocupada sin motivo, tan asustadita, tan poco relajada cuando debería y mandato de relajo y felicidad lo empeora todo.

Ahora me di cuenta de algo muy puntual que me preocupaba en la otra casa y ya me lo olvidé: el olor a perro, a encierro, a humedad, no sé a qué que, según Magdalena, había eternamente en mi casa. Nunca lo solucioné, nos muudamos y ya no es un problema, los perros duermen afuera, Inés que meaba por todos lados se murió, esta casa es más aireada y no hay humedad.

No tengo ganas de escribir la moraleja sino de describir no más los síntomas.

A veces nos peleamos, no pasa nada

 Docky es un hincha pelota y Simón y Fido le tienen una paciencia china hasta que se hartan. Ayer se trenzaron porque el pelotudo no quería dejarles tomar agua del balde. Yo a los gritos con Rafael que viniera a separarlos. Rafael que me dice que me ubique que no puede él salir cagando del baño por mis gritos, yo que lo odio por no tenerme consideración ni atender lo que a mí me parece grave, inpostergable. Él que se pone a retar a un perro, a explicarle a otro que son hermanos y tienen que compartir, que me muestra cómo sí le importa y como sí se ocupa.

Me tranquilizo, se nos tranquilizan. Rafa se hace un té en mi cocina y cuando sale hacia su casita del fondo escucho que les dice: "Está bien, a veces nos peleamos, eh, no pasa nada, igual está todo bien". (En ese momento me dio mucha ternura cómo se dirigía a los animalitos y cómo entendía de otro modo las peleas. Ahora que lo escribo el "nosotros" me suena peligrosamente inclusivo)

martes, 21 de febrero de 2023

Con elles

 No estoy sola. Estoy con Paul Preciado, Sharon Olds y Lidia Poeta.

Dysphoria mundis

 Leo a Preciado. Me siento acompañada. Justifico mis malestares y mis dramatismos como mal de época y paso hacia la utopía.

No me permito ocuparme de mí misma en exclusidad, lo sé, lo odio. Lucho contra el estar pendiente del celu o de la puerta, de los perros o del bombeador que no termina nunca de llenar el tanque. Mis plantas me aplacan un poco, atenderlas, regarlas, verlas crecer me permiten ser útil y buena como si todo lo que hago sin cuidar a otres fuera inútil y ridículo, malvado, egoísta, causa de catástrofes.

jueves, 16 de febrero de 2023

La medida de mí misma

 Es un poco molesto estar siempre evaluandome, tomándole la temperatura a mi día, a mi minuto a minuto. Pero será el precio de la inteligencia y la autopercepción y la vocación narradora: yo personaja de mí misma.

sábado, 11 de febrero de 2023

El fantasma de la inutilidad

 Dicen que es normal el bajón de les jubilades al salirse de la rueda productiva. No pensé que me daría a mí por ese lado. Tampoco digo que me esté dando. Solamente siento que algo hay, algo de mandato desobedecido, de pecado por de vida descentrada o necesidad de hacer cosas que se empiecen y terminen sin lugar a dudas como tejar una carpetita o limpiar un piso.

Trato de que la escritura se vuelva mi centro, mi trabajo si hace falta acomodarse al lenguaje fordista. No siempre lo logro. Hoy me levanté bien, entonces bloguear me hace sentir importante y centrada, flashear con "archivo Salmoiraghi"y autofósil de la era farmacopornográfica dentro de mil años. Me compré Dysphoria mundi de Preciado, después de dudar tanto por su precio, pero sabiendo y confirmando que para mí es medicina, faro, almohadón y amiga. Se cumple, leo, escribo, concientemente disfórica, con el mundo.

jueves, 12 de enero de 2023

M encontré este archivo en mi propio drive. Ya lo inicio de otra manera como cuento fantástico

 El perro ve a los constructores de mi casa


Paula Irupé Salmoiraghi  




25 de septiembre 2022: Estoy intranquila: me tiro al sol a leer unos minutos pero sigo pensando en qué estará haciendo mi hijo en mi baño en vez de ir al suyo y si habrá evitado que los perros entren a mi pieza y me meen todo o me rompan algo. Claro que solamente Docky, el perro de la casa, es el que rompe cosas. Nuestros perros, Fido y Simón, los tranplantados como nosotros, nunca rompieron nada.

Me cambio de lugar para buscar mejor el ángulo del sol. Logro retomar un rato el placer de leer esta novela de “mujer singular” como yo. Pero de nuevo me levanto y voy hacia la cocina, intercambio un par de réplicas con mi hijo que lo ponen de mal humor y a mí me hacen sentir culpable y odiarme por sentirme así cuando no hice nada que lo justifique. 

El perro, el de la casa, el que nos dejaron acá los vendedores porque no podían llevárselo al departamento donde viven, no ha roto nada ahora pero Rafael dice que tuvo que pegarle esta mañana porque arrastró por todo el fondo un toallón que estaba colgado en la soga. Yo le cuento que antes de eso, más temprano aún, a las 8 de la mañana, ya había yo levantado y recompuesto tres macetas que el mismo endiablado había mordisqueado. A los dos nos molesta que el perro no entienda cuando lo retamos pero ambos encontramos excusas para justificarlo cuando se pasa de la raya: creemos que hay motivos para que rompa cosas más allá de ser un cachorro de 10 meses que quizás extraña a sus dueños anteriores o, con más seguridad, está acostumbrado a estar solo en la parte de atrás y “jugar” con trapos y baldes que le dejaban sin prestarle atención. 

Ayer se me ocurrió que quizás el perro me está cuidando y yo cometiendo una injusticia al retarlo. Pensé que quizás me está protegiendo de los fantasmas de la señora que vivió en esta casa hasta los 96 y murió en 2019 (no sé si acá o en el hospital, no me animo a preguntar) y de su marido, el constructor de la casa, que no sé hasta cuándo vivió acá. Incluso es posible que el perro me cuide de las energías negativas de les hijes de estes viejes muertes: les dos hermanes que me vendieron la propiedad: un hombre de 70 años, expolicía, con un arma sobre el ropero todavía en el momento en que vinimos con la inmobiliaria a ver la casa en venta y que sigue mandándome mensajes para hacerme acordar de los vencimientos de luz y gas y trayéndole comida a Docky, y una mujer menor que él pero con una parálisis casi total que la mantiene en silla de ruedas y apenas le permitió firmar la escritura.

La cuestión es que la casa me encanta: la elegimos luego de buscar y balancear opciones durante 4 años, me gusta su distribución, sus espacios verdes, sus patios, sus ventanas, su cuadra, el barrio, el chino a dos cuadras, la verdulera amable, los bondis a dos pasos, la plaza con danzas folklóricas los sábados y domingos. Lo que pasa es que ahora que estamos mudados, con paredes pintadas, bibliotecas maravillosas en pleno proceso de acomodación, ahora que estoy acá todo el día porque me llegó la jubilación un mes antes de la mudanza, ahora que podría estar feliz saltando en una pata, me siento ansiosa, asustada, todo el tiempo vigilante y pendiente de que nada vaya a “estar mal”.