¿Por qué es necesario salir de una misma?

 ¿Por qué comunicarme con otres? ¿Escribir en face, mandar mensajito, esperar respuestas, compañía? ¿Por qué no alcanza el placer propio sin selfie? ¿El gusto mismo de dormir, comer, leer, mirar la lluvia? ¿Por qué hay que hacerlo con otres o para otres?

Hasta que me acostumbre

 A dedicar todo mi día a la escritura. A la lectura. Y no me interrumpa ni el trabajo ni la vieja del alquiler. Hasta que logre creerme que, realmente, esto es mi vida y deja la ansiedad de sacar el auto, cuidar de nadie, comunicarme con idiotas surtides, tener miedo de que no me quieran o de lo que no sé quién piense de mí.

De a ratitos ya logro la paz de centrarme en mí misma y en lo que estoy creando. Pero todavía me asusto y me justifico sientiendo angustia y/o tristeza.

Sin ganas

 Quiero escribir: cosas nuevas, ideas que me falta desarrollar, poemas ya listo que emprolijar, envíos a concursos. Y no tengo ganas. No entiendo el sí y el no que me descuartizan.

Lo malo resulta ser bastante bueno

 Digo: que como no hubo compra ni mudanza me tengo que quedar acá, en esta casa que quiero tanto, que me aumentó el alquiler pero todavía dentro de mis posibles, y que parece que todavía tiene tiempo para darme. Quizás otro otoño y otro invierno y seguir disfrutándola un cacho más como jubilada.

Febrero fue un gran domingo de depre

 No digo que la pase mal todo el tiempo. Pero me canso tanto de autopatearme el culo...