viernes, 1 de diciembre de 2023

Escucharme

 En terapia, cositas re sencillas, de las buenas, de las que marcan un antes y un después: Paula mi terapeuta, le dice a Paula su paciente: "No te escuchás". Y mi primera reacción es violenta y defensiva: Sí, estoy todo el día conmigo misma, escuchándome, confundiéndome, acusándome, midiéndome, juzgándome... Ahhhhhhh, ya entendí.

Desde ayer estoy persiguiendo mi voz del deseo. Haciéndole espacio entre las otras: "Radio papá", "tengo que", "debería", "siempre me gustó que", "está bueno que", etc etc.

Es rara, mi voz, es clara ni paciente, la conozco, de a ratos la he escuchado toda mi vida, pero la he confundido o mezclado o dudado de ella. O he dicho que me aburre o que me fastidia. Esa era el personaje, la irónica, la graciosa, la que se defiende. Ahora persigo a la yo que reúne y ordena a todas las otras, la que encontré en Memorandum de Benedetti recortado en la heladera y el otro día moqueando en una feria artesanal. (No voy a hacer lista de momentos porque otra vez la tapo con discurso explicativo). Es divertido y dulce buscarla, hacerle caso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario