domingo, 26 de febrero de 2023

Ya no me preocupa

 Vengo tratando de registrar como se diluyen mis preocupaciones. Lo que más me preocupaba era estar tan preocupada sin motivo, tan asustadita, tan poco relajada cuando debería y mandato de relajo y felicidad lo empeora todo.

Ahora me di cuenta de algo muy puntual que me preocupaba en la otra casa y ya me lo olvidé: el olor a perro, a encierro, a humedad, no sé a qué que, según Magdalena, había eternamente en mi casa. Nunca lo solucioné, nos muudamos y ya no es un problema, los perros duermen afuera, Inés que meaba por todos lados se murió, esta casa es más aireada y no hay humedad.

No tengo ganas de escribir la moraleja sino de describir no más los síntomas.

A veces nos peleamos, no pasa nada

 Docky es un hincha pelota y Simón y Fido le tienen una paciencia china hasta que se hartan. Ayer se trenzaron porque el pelotudo no quería dejarles tomar agua del balde. Yo a los gritos con Rafael que viniera a separarlos. Rafael que me dice que me ubique que no puede él salir cagando del baño por mis gritos, yo que lo odio por no tenerme consideración ni atender lo que a mí me parece grave, inpostergable. Él que se pone a retar a un perro, a explicarle a otro que son hermanos y tienen que compartir, que me muestra cómo sí le importa y como sí se ocupa.

Me tranquilizo, se nos tranquilizan. Rafa se hace un té en mi cocina y cuando sale hacia su casita del fondo escucho que les dice: "Está bien, a veces nos peleamos, eh, no pasa nada, igual está todo bien". (En ese momento me dio mucha ternura cómo se dirigía a los animalitos y cómo entendía de otro modo las peleas. Ahora que lo escribo el "nosotros" me suena peligrosamente inclusivo)

martes, 21 de febrero de 2023

Con elles

 No estoy sola. Estoy con Paul Preciado, Sharon Olds y Lidia Poeta.

Dysphoria mundis

 Leo a Preciado. Me siento acompañada. Justifico mis malestares y mis dramatismos como mal de época y paso hacia la utopía.

No me permito ocuparme de mí misma en exclusidad, lo sé, lo odio. Lucho contra el estar pendiente del celu o de la puerta, de los perros o del bombeador que no termina nunca de llenar el tanque. Mis plantas me aplacan un poco, atenderlas, regarlas, verlas crecer me permiten ser útil y buena como si todo lo que hago sin cuidar a otres fuera inútil y ridículo, malvado, egoísta, causa de catástrofes.

jueves, 16 de febrero de 2023

La medida de mí misma

 Es un poco molesto estar siempre evaluandome, tomándole la temperatura a mi día, a mi minuto a minuto. Pero será el precio de la inteligencia y la autopercepción y la vocación narradora: yo personaja de mí misma.

sábado, 11 de febrero de 2023

El fantasma de la inutilidad

 Dicen que es normal el bajón de les jubilades al salirse de la rueda productiva. No pensé que me daría a mí por ese lado. Tampoco digo que me esté dando. Solamente siento que algo hay, algo de mandato desobedecido, de pecado por de vida descentrada o necesidad de hacer cosas que se empiecen y terminen sin lugar a dudas como tejar una carpetita o limpiar un piso.

Trato de que la escritura se vuelva mi centro, mi trabajo si hace falta acomodarse al lenguaje fordista. No siempre lo logro. Hoy me levanté bien, entonces bloguear me hace sentir importante y centrada, flashear con "archivo Salmoiraghi"y autofósil de la era farmacopornográfica dentro de mil años. Me compré Dysphoria mundi de Preciado, después de dudar tanto por su precio, pero sabiendo y confirmando que para mí es medicina, faro, almohadón y amiga. Se cumple, leo, escribo, concientemente disfórica, con el mundo.