domingo, 6 de abril de 2014

Otra novela más ¿que será o no será?

Me dieron ganas de hacer esos experimentos de escribir con narrador del sexo ¿contrario? Bueno, del otro, del que una no es. Se llamaría "La amiga torta de mi mujer".

lunes, 3 de marzo de 2014

Yantendí

No es que la gente me quiera poco, es que yo siempre quiero mucho, mucho más. Esos que yo creo que se quieren mejor entre sí, son simplemente gente que se conforma con ese amor tal como es, si es chiquito o superficial no se hace problema, no lo analiza, no lo disecciona cada minuto y medio. Yo todo lo tiro a la mierda si no es gigante, hiperbólico, fuera de serie.

No todo amor me es imposible

Putear y seguir

Andate bien a la concha de tu madre y que te aproveche todo el dolor que me causás. Que tu envidia te consuele de la envidia que me das. Que no se me note la bronca cuando vuelvas con el caballo cansado.

¿Y si me comparo con Borges qué?

Siempre tuve miedo a la soberbia, así que concluyo que debe ser el peor de mis defectos. Pero hoy leo El factos Borges, de Alan Pauls y no es que quiera identificarme con Goergi por su literatura sino por su camino de ceguera, de dolor y agradecimiento. Nadie lo entendió durante muchos años de su vida, iba solo con su madre por la vida, e hizo lo que amaba. Habrá llorado, habrá escrito por ahí cositas como hoy yo aquí, pero nada lo detuvo. Ficcionalizó su propia herencia y dio lo que tenía para dar y mirá cómo sigue recibiendo.

Ser rara. Ser feliz

¿Quién me dijo a mí que la intensidad de mi felicidad literaria iba a ser gratis? ¿Quién me garantizó que todas las personas que podían quererme cuando yo era una víctima, una dolorida, una soyuzgada, iban a poder quererme más siendo libre y feliz? ¿Por qué no puedo evitar mi dolor ni teorizar sobre él? ¿Por qué me parte el alma que los que más me conocen no puedan quererme cuando soy más yo? ¿Por qué no me alcanza el amor de mis hijos e hija, el de mis nuevos amigos y amigas, el de los que saben qué es para mí la literatura, y tengo que andar buscando cariños mezquinos?

jueves, 13 de febrero de 2014

Sin lectores

Compruebo que las últimas cuatro entradas de este blog no han tenido ninguna pero ninguna visita. Y eso está muy bien. Éste, de mis cuatro, es el blog privado, el interior, el más parecido a un diario íntimo de los que llev´toda mi vida hasta que no tuve más tiempo de escribir a mano y me vine pa lo virtual. Muy bien lo de escribir para mí misma, para tener registro de lo que, si no lo escribiera, me lo olvidaría.

Con capítulos titulados

Mi novela tiene que estar dividida en capítulos y cada uno tener un título que se identifique claramente con su contenido. Llegué a esta conclusión hace un rato, cuando iniciaba la lectura de Los galgos los galgos y me pareció que me perdía en todas esas hojas sin títulos, sin numerar, apenas aislada entre sí con espacios en blanco.

lunes, 27 de enero de 2014

Qué alivio

Hace dos minutos me parecía increíble que todavía pudiera yo fantasear con lo mismo de siempre. Que intentara mil modos repetidos de decirme y convencerme de que algo era posible, de que el sexo, aunque más no sea... Es una felicidad comprobar que no estoy tan enferma. Que no sos, no sos, no sos vos. Soy yo. Y te veo dos minutos en la puerta y todo se acomoda en el no.

Sexo reparador

Anoche soñé que acomodaba mi cabeza en el hueco entre tu hombro y tu cuello, que me pegaba a tu cuerpo y sentía tus brazos, su bulto, su deseo, que te pedía que fuéramos a dar una vuelta juntos, que te aceptaba ir al telo. No sé si lo sueño para animarme a hacerlo en realidad o para evitar hacerlo en realidad.

Dos pero ninguno

De los dos hombres que podrían calentarme a fecha de hoy, uno fue mucho tiempo pero ya no quiero que vuelva a ser y el otro nunca fue ni puede llegar a serlo.