jueves, 4 de mayo de 2023

Libertad sin cuidados

 Nunca renegaré de mis dotes maternales, jardineriles, amiguera, compañera de bichos, protectora de espacios y decoradora, embellecedora de casita. Pero ¿cómo evitar el lugar dependiente y esclavizante de estar siempre cuidando algo que pareciera en peligro? ¿No se puede cuidar sin temor? 

Cuando siento, de a ratitos, la alegría del logro, del premio, del reconocimiento como un vientito libertario, es maravilloso. ¿Cómo mantenerse en la libertad y el dar sin asustarse de lo que "podría pasar"?

lunes, 1 de mayo de 2023

Mi problema es

Darle el poder a otres. Quiero creer que me importa la opinión y el reconocimiento de las gente que quiero (estoy hablando muy estrictamente de mis hijes) pero caigo en esperar que su mirada, su atención, su agradecimiento, sus ganas de compartir conmigo, le den entidad a cada uno de mis días. No, queridites, quiero ser el centro de mí misma y no andar buscando un cariño compensatorio, de "pobrecita": mis hijes me quieren porque soy la mejor madre del mundo. Y punto final. Cómo y cuánto lo demuestren es otra cosa. Y yo mismita tengo mucho que hacer antes que estar angustiándome por cómo me tratan o la mucha o poca bola que me den.

El amor NO es una debilidad

 Pienso que la conducta que se me repite y no quiero es la que considerar que me pueden dominar o violentar porque tengo como "lado débil" que los quiero o que quiero a otres que dependen de ellos y pueden lastimarlos (Qué horror: hijes o perros). Pero no es verdad, no pueden. Mis hijes sobrevivieron y mis perros también y ni yo soy la encargada de sacrifircarme ni mi sacrificio es cuestión de vida o muerte para les seres a cargo. Mierda de manipulación. Mi hijo NO puede caer en esa, sé que es inteligente y se va a dar cuenta porque ni en pedo se la explico yo. Conclusión para mí, aprendizaje para mí, para que la fórmula no funcione.

Mi derecho a tener un par de días malos

 Me reprocho no estar "aprovechando" mi día por enroscarme con violencias ajenas. Y bueno. También me puede pasar: dormí todo el día, leí, ayer me vi los 8 capítulos de Pito Fáez, tejí. Manía mía de autoproducción y autoperfeccción.

Me consuelo con que mañana empiezan a construir al lado y pasado mañana me vienen a conectar la bomba nueva y perforación e instalación eléctrica y eso también me pone nerviosa y la casa todavía es muy reciente y la tengo muy somatizada y tengo derecho a estar hecha una mierda.

Ni siquiera debería escribir

 ¿Tendré que volver a terapia? NOOOOOO, la concha de su madre, que vaya a terapia él.

Escribo acá para desahogarme, para no cargar a sus hermanes con mi angustia, pero me hace acordar a cuando llevaba un diario con todas las angustias que pasaba por Gustavo y el HDY lo leyó afanado una vez y sólo vio al tipo que me había cogido cuando nos separamos y estuvo con eso 20 años. ¡Qué odio me da!!!!!!!!!

No sé qué hacer cuando lo que tengo que hacer es no hacer nada

 Convivir con mi hijo menor siempre fue difícil: desde chiquito era muy inteligente, muy calculador, muy exigente; de adolescente fue el único que me hizo sufrir con sus desagradecimientos y rebeldía, echándome en cara hasta el mismo sistema capitalista como si yo fuese la representante en la Tierra de todos los males del mundo. De adulto siguió hablando demasiado, teorizando en vez de empatizar, sin demostrar ni cariño ni respeto, con arranques de violencia que me asustan.

Ahora hace rato que estábamos mejor. La mudanza la hicimos bien y compartiendo, hablando más cotidianamente y sin esos filos de debate o lucha verbal, sin que él evaluara todo el tiempo mi tono de voz y mis dichos hasta hacerme sentir siempre culpable y, encima, reprocharme que me hago la víctima. Nueve meses hace que nos mudamos y parecía que estaba contento, con la facultad y su trabajo y otras actividades, varias veces logró decirme que no es contra mí su bronca, que se la agarra conmigo porque estoy siempre. Y yo lo sé, lo entiendo, pero no puedo evitar asustarme y sufrir. 

Antes de ayer pasó de nuevo. Por los perros y él que quiere experimentar pelotudeces como que se hagan amigos del pilbur de al lado y se trenzaron Simón y el pilbur y está todo el terreno de al lado abierto porque empezaron a construir y yo le dije que cierre la puerta del jardín para que se queden de este lado hasta que levanten el cerco y el muro y que es peligroso porque hay electricidad y motor nuevo y tierra removida y todo. Pero él que no, que yo soy una hincha pelotas y que soy una careta y que quiero quedar bien con todos los vecinos "menos con él". Se calentó porque le grité que llamara a Simón que se estaba trenzando con el otro perro en el cerco y al final terminaron metidos en un pozo y tres vecinos tirándoles agua y un desastre.

Todo ayer no nos hablamos y yo con tremenda angustia y con los perros metidos debajo de la pollera para tranquilizarnos. Siento que Rafael me exige una paz, unas decisiones iguales a las suyas y que compite conmigo todo lo que decido. También me doy cuenta de que es una boludez, que se ve que no tenemos problemas porque hacemos un mundo de dos perros embarrados (si los vieran a los tres atrevidos acá sentaditos a mis pies). Pero Rafael no acepta que yo sea "tierna" y necesite tener a les perris (a falta de hijes) haciéndome cariño y no a lo loco por la calle o los aledaños.

La novedad es que me di cuenta que este "hijo de puta" crea toda una escena de violencia hasta hacerme sentir como su papá cuando estábamos casados: termino teníendole miedo a la persona que quiero y debería quererme o dice quererme. Manga de matoncitos de teta, machirulos del orto hereditarios, me hacen revisar mi modo de pensar y de sentir como si yo fuera culpable de todo y saben que soy melodramática y que me están amargando la vida y con eso se sienten poderosos e importantes. Por eso el título de este post: quiero cortar con esa manipulación: me cuesta pero ni siqueira quiero hablarlo con él. Ayer me daban ganas de decirle que venga a ver la serie de Pito Faez conmigo: ¿para qué? ¿para que me diga que no y así yo sentirme peor y él más importante? ¿Mi rol de madre es alimentar ese ego del orto o enseñarle que así no funciona? Y esta mañana hasta pensé en decirle si me acompañaba a comer locro a lo de mis consuegros, ¿para qué? ¿para premiarlo por su buena onda? ¿para borrar el conflicto como tantos años creí que se borraría porque "el amor es más fuerte"? Nononono, tiene que pedir perdón, hacerse cargo de sus errores y si no, perder a su madre comunicativa y cariñosa y conseguir una madre odiosa y vengativa, que sin madre no se va a quedar.