jueves, 26 de agosto de 2021

El primer día del resto de MI MI MI MI vida

 Rafael se mudó ayer. Sin diálogo, sin anuncio de planes, rondándome a ver si lo frenaba o le hablaba y yo muda, enojada, ofendida. No porque se fuera, que ya venía diciéndome que tenía ganas, sino porque se fuera a lo de su papá porque le puse los puntos con esa manía suya de juzgarme todo el tiempo y decirme, él  a mí cómo tengo que hacer las cosas cuando yo, que soy tu madre, jamás osaría meterme en tus decisiones.

Se le ocurrió, otra vez, opinar sobre mi auto y MI mecánico. Le dije que necesitaba plata prestada para pagarle y me dijo que no me iba a prestar "porque yo no escuchaba su opinión". Me calenté mucho. Le dije que si él no me prestaba la plata (dos lucas roñosas) yo le iba a cobrar la mitad del alquiler, de la luz, del gas, del wifi, del netfli. Me olvidé de sumarle comida y limpieza. Me dijo que no me iba a pagar y que se mudaba al otro día. Ayer se llevó algo de su ropa, la bici, la guitarra, un escobillón viejo, las chocolinas y el casamcrem. No sé si reirme o llorar. Me duele la ingratitud, el machirulaje de mi propio hijo y la poca conciencia de los sentimientos maternos.

Sé que está bien, que tiene que ser así, que voy a estar bien sin tener que cuidar a nadie. Fido y Simón están conmigo.