Esta es mi vida y está genial

 De repente, luego de semana santa, con dos días de licencia para ir con Florencia arquitecta a ver dos casas en Tortu, con estudios de la vista que me "aclaran" lo turbio y me quitan dolor por el esfuerzo metafóricamente y en realidad, me encuentro a mí misma cómoda y sin preocupaciones, casi sin ansiedad, segura de estar en el momento de la cosecha y de que eso (tanto miedo me daba que fuera aleatorio o injusto) de "cosecharás tu siembra" me da una casa propia para hacer a mi manera, para recibir a mis amoras, para ver a mis hijes de todos los reinos vivos reproducirse y rebrotar.

Permiso póstumo

 Pienso por qué ando a veces tan asustada, tan infantilmente temerosa, tan dubitativa. Y me respondo que me falta la aprobación de mi mamá. O su crítica destructiva que es casi lo mismo.

Hoy fui a ver una casa parecida a mí

 La segunda de tres en zona Tortulandia que fuimos a ver hoy domingo a mediodìa con Gustavo. Lo uso de chofer, porque me tranquiliza que él maneje y porque, dentro de todo todo, sé que me escucha y no sé si "me entiende" pero me registra las necesidades y los deseos. Además finge ser hombre de familia delante de desconocides que nos miran como pareja y es agradable.

La casa está sobre cuatro lotes, sin vecines permanentes cercanes, en esquina, sobre calle de tierra, pero me dio seguridad y paz. Dueño directo vende y nos atendió y explicó todo lo que él mismo le había hecho a la casa que estuvo alquilando 20 años "porque el precio era bajo" y luego apuró a les dueñes para que le vendan. Hace tres años y ahora quiere vender para irse Córdoba donde está su familia. Espero que sea verdad porque me gustó la cocina y el espacio central con tres ventanas y el baño con artefactos nuevos y relucientes y los dos dormitorios y la galería y el quincho con parrilla y cuartito aparte para Rafa y el precio posible para mi herencia real. Hasta tenían el mismo silloncito de mimbre del que no me quiero desprender hace tantos años a pesar de que se vaya desarmando. Y tenían miles de gajitos de sucus y cactus colgando de todos lados y baldes de claukol formando canteros alrededor de patio y galerías.

32 años después

 Ayer mijito el Ju cumplió años. Organizó alta juntada acá en casa con la familia de su novia y les Olivera. Vino Gustavo y le tuve que poner un par de caras de orto para que no se haga el alma de las fiestas y dueño de casa. Pero estuvo todo muy bien. 

Yo pensaba en el día en que tuve que ir a parir con mi mamá pero zafé: lo hice sola y feliz aunque deseando que el pelotas reaccionara. Y vino todo el barrio a verme y él no. Y toda nuestra vida con Ju y sus hermanes esperando que el pelotas reaccionara y no. Y ahora el placer de tenerlo ahí, comiendo de la mano, pendiente de si ponemos el mantel o atendemos el portón, y que no me importe: ni su opinión, ni su aprobación y sus sentimientos. Porque los míos son más importantes, porque llegamos acá, mis hijes y yo, y nos tenemos unes a les otres y ampliamos nuestra familia por amor, por deseo y que la miren por tevé les que no saben querer y cumplir deseos.