domingo, 2 de febrero de 2020

Otra forra más

Escribo en mi otra bloga mi entusiasmo por la última novela de Margaret Atwood y me acuerdo que la primer noticia que tuve de ella fue como poeta. Porque yo no la conocía ni de nombre cuando la forra de Valeria me regaló "La puerta". Ahora yo digo: ¿Por qué no pueden mantener mi amistad estas gentes que me quisieron alguna vez o intentaron acercarse? ¿Por qué no se bancan mi completud, mi franqueza? ¿Toda amistad es un trueque fraudulento en el que ocultar algún lado de una misma so pena de perder a la "amiga"? ¿Soy yo que no tengo "tacto" ni "don de gentes"? Con esta forra en particular estoy segura de que fue ella la que me forreó y yo aguanté hasta que no aguanté más. Pero esa vez que nos cruzamos en la calle por casualidad, ella me hubiera saludado con su sonrisita falsa como si nada y si yo la hubiera aceptado hubierámos seguido siendo "amigas". Jaja, ya está: lo escribí acá y ya lo entendí: no son ellas sino yo, pero no que yo tenga algún defecto sino yo la que no acepto, yo la que no quiero medias amigas, ni acepto forradas. Yo, la intolerante.

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