domingo, 29 de diciembre de 2019

Dos dolores cuando me deprimo

Tengo momentos en que veo todo mal: nadie me quiere, nadie me conoce, nadie tiene ganas de estar todo el día conmigo y escuchar todas mis ideas y canciones geniales. Dicen que no está bien mi deseo de amor como fusión con el otre. Pero me chupa una teta la opinión de les profesionales de la salud. Cuando me pongo a pensar qué exactamente me haría feliz, pienso en Silvana y en Rafael. Mi hijo menor, el que aún vive conmigo, y mi mejor amiga, no deberían lastimarme con sus desprecios y olvidos. Claro, ambos me tratan como madre y no como persona, ambos ven en mí la fortaleza y no la debilidad, el hinchabolismo y no la necesidad de compañía y comprensión. Siempre me pregunto por qué mis hijes no logran tenerme pena. Y me río porque sé la respuesta y me enorgullece aunque los extrañe. A la forra de mi amiga, en cambio, no le perdono hacerse la pendeja y ocultarse de mí cuando está haciendo cagadas y no quiere testigos.

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