lunes, 3 de marzo de 2014

¿Y si me comparo con Borges qué?

Siempre tuve miedo a la soberbia, así que concluyo que debe ser el peor de mis defectos. Pero hoy leo El factos Borges, de Alan Pauls y no es que quiera identificarme con Goergi por su literatura sino por su camino de ceguera, de dolor y agradecimiento. Nadie lo entendió durante muchos años de su vida, iba solo con su madre por la vida, e hizo lo que amaba. Habrá llorado, habrá escrito por ahí cositas como hoy yo aquí, pero nada lo detuvo. Ficcionalizó su propia herencia y dio lo que tenía para dar y mirá cómo sigue recibiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario