Bueno, hay que decir también que la sensación de no tener que preocuparme por si llego a fin de mes o puedo o no pagar el alquiler es muy extraña también para mí. Todavía me parece magia cobrar sin trabajar. Y esta semana pude prestarle plata a Magda y salirle de garante a Ju y eso es como un premio enorme a todo lo que tuve que decirle que no se podía de chiquites y ahora sí, ahora sí se puede. Sí, puedo.
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